jueves, diciembre 8

Lennon in the Sky with Diamonds

Más grande que Jesucristo (según él)

1.
Es 8 de diciembre, escucho un gran disco de David Bowie: Young Americans. Es curioso que tras un periodo de genialidad y locura (que para el caso da lo mismo), el dandy mayor del rock haya abandonado su alter ego -Ziggy Stardust- para homenajear al soul y el funk. El resultado es impecable, y dentro de las genialidades de esta obra, dos llaman poderosamente la atención: Across the universe y Fame.
Para grabar este disco Bowie, que siempre ha recurrido a grandes músicos y productores, buscó el apoyo de cierto inglés avecindado en New York, nada más, ni nada menos que John Lennon.
Así, dentro de las enormes colaboraciones del disco, Lennon participa en las dos canciones mencionadas, tocando la guitarra y haciendo coros. Incluso en los créditos se le atribuye la coautoría de Fame. Sobre Across the universe ¿Qué se puede decir, si Lennon mismo la compuso? Se puede decir que si bien la versión original, de The Beatles es una de las canciones más dulces de la última etapa del cuarteto, la versión con Bowie tiene un aire de tristeza y desesperanza que cambia todo el sentido de la frase "Nothing gonna change my world". Ya los imagino en el estudio de grabación, Bowie con Lennon. Que absolutamente chingón.

2.
Recientemente, mientras bebía como acostumbro (no entraré en detalles) platicaba con algunos de mis buenos amigos del foro de Rock 101, Claudiña, Nox y mi primo Mike, sobre The Beatles. Como suele suceder en estas charlas, llegó el momento de decidir entre los talentos de Lennon y de McCartney. Como siempre hubo argumentos contundentes a favor de ambos. Normalmente este debate me parece ocioso, pero aquí llegamos a un consenso y frase contundente. El consenso, en lo musical, quizá McCartney ha sido el más talentoso del cuarteto. Pero en actitud, en convicciones y personalidad, Lennon fue siempre el campeón (y en el rock, de nada sirve el talento sin la actitud). Ahora bien, la frase contundente para demostrar este dicho: John Lennon jamás de los jamases habría grabado un dueto –y un video- con Michael Jackson.
¿Otra rayas más al tigre? Él fue quien acuñó aquella frase luciferina, mordaz, cínica, virulenta y elegante: “Somos más grandes que Jesucristo”.

3.
No me gusta Imagine, o por lo menos, no se me hace su obra más representativa. No me gusta que en la televisión pasen sus imágenes en cámara lenta mientras se escucha Imagine en segundo plano, y los locutores nos venden a Lennon como un simple hippie. Porque si bien una parte de Lennon fue pacifista, otra parte suya fue virulenta, llena de rabia y burlona. Y esa parte suele ser más interesante, por lo menos para mí. Antes que el idealismo y las buenas intenciones de Imagine prefiero la acidez, el absurdo y la honestidad de Sexy Sadie, I’m the walrus, y Watching the wheels. Con respecto a sus grandes –enormes- canciones de amor, (Just like staring over), Jeaolus guy y Woman son entrañables, hermosas, e incluso, emocionantes. Pero creo que detrás de toda gran Woman (me refiero a la canción por supuesto) late escondida y amargada una Woman is the nigger of the world, o Mother. Me encanta John Lennon, pero lo que más disfruto de él es su amargura (I want you, I want you so baaaaaaad…)

4.
Hoy hace 25 años lo asesinaron. El infame Mark David Chapman ha dicho en reiteradas ocasiones que está arrepentido y que si John Lennon viviera ya lo habría perdonado. Pero Lennon no era Juan Pablo Segundo. Chapman merece estar en la cárcel y merece el vituperio público. No porque Lennon haya sido un santo “que sólo dio un mensaje de paz y amor al mundo”, sino porque era un artista y no merecía morir asesinado, y mucho menos por un móvil tan mediocre: hacerle publicidad a un pobre diablo que justificó su cobarde crimen en locura, y de paso, quiso atribuirle una mala influencia a una obra de arte entrañable, El guardián en el centeno, de J. D. Salinger (o si creemos en las teorías del complot, tampoco fue justo que muriera por órdenes de la CIA). Ahora Chapman dice haberse encontrado con Jesucristo (quien seguramente sigue molesto por la frase de La Morsa ex Beatle) y con él, la paz y el perdón. Pero por mí que se joda, no debió haberlo hecho, no debió privarnos de ese artista.

5.
De vivir, Lennon tendría 65 años. Muchos nos hemos preguntado qué haría de estar vivo. Yo creo que habría terminado por retirarse, y solo regresaría a los escenarios por causas en las que creyera de corazón. Quizá habría participado en el Live Aid de 1985, pero no en el más reciente, ni en un Super Bowl. Quizá habría colaborado de nuevo con Bowie, o habría hecho un dueto con Roxy Music. Y quizá protagonizaría ataques virulentos contra el imperialismo y la globalización, y esto, sin poses de por medio. ¿Qué otro rockero ha devuelto su medalla y su título nobiliario de Sir?

Descansa en paz en tu cielo de diamantes, John Lennon.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Tal vez sonaría curioso y hasta irónico, aunque es la ley de la vida...a mediados de este 2005, a consecuencia del cáncer, murio aquella niña que sirviera de inspiración para que Lennon escribiera esa canción de "Lucy in the sky with Diamonds".

El primer amor e inspiración para dibujar, del hijo de Lennon, durante su estancia en el kinder.

Hija de grandes joyeros en N.Y., y la musa de una famosa canción, hoy descansan sus restos entre cajas de cristal y diamantes de verdad los restos de Lucy.

Saludos...
cLaUdIñA.