lunes, julio 3

México, creo en tí

1.
Decía Henry Miller que se puede luchar contra el mal, pero no contra la estupidez, pues esa es una batalla perdida. Como simpre, los maestros de la literatura están más vigentes que nunca, y nuestro episodio electoral es muy elocuente al respecto.
Solo para ponerle candela a este triste post, cito una frase clásica de la ciencia política (aunque no se de quién es): los pueblos tienen los gobiernos que se merecen.
Ora sí, hemos retrocedido cualitativamente en nuestra evolución política y social: de nuevo a la edad media, a ser gobernados por un sujeto arrogante, mediocre, de dudosa calidad moral y poco talento, proclive al autoritarismo y la mochez.
Yo en lo personal no creo que haya habido fraude cibernético. También decía Henry Miller que no se debe menospreciar la estupidez. México votó y votó por el PAN. Por convicción o por miedo da lo mismo.
En fín, vayamos acostumbrando al aquelarre de Hermanos Bribiescas, Cuñados COMODÍSIMOS, Jefes Diegos y demás Yunques, que ahora, están de plácemes.
A lo mejor eso no nos hará muy felices, ni mejorará nuestras condiciones de vida, pero bueno, todo es preferible a que las huestes comunistas del Peje arrasen con nuestras pertenencias y nos expropien nuestras televisiones que pagamos en abonos -chiquitos- para dárselas a los pobres (!)
Por lo pronto, y como debo procurarme un porvenir aprovechando que en diciembre estrenaremos Presidente del Empleo (¡Yo sí quiero ser alguien en la vida!), me entregaré a la tarea de pensar en cual puede ser mi apuesta para el futuro.
¿Un bocho (leáse taxi pirata), o un changarro (leáse narcotiendita)?
Si fuera mujer me iría a trabajar a una fábrica en Ciudad Juárez (hay hartas plazas) o si fuera un pequeñuelo me alistaría en el Coro de los niños cantores de Puebla, o como mesajero de botellas preciosas de cognac.
2.
El autor de estás líneas (snif, snif, una para cada fosa nasal) agradece la desinteresada orientación del Doctor Simio, el valiente compromiso del ingeniero Cárdenas por deslindarse de la mafia que ha secuestrado al PRD (¡horror!), el bonito tema musical de Nueva Alianza (con la también desinteresada orientación de la maestra Gordillo), y el valiente llamado del Subcomandante a no votar por ningún candidato ("¿Para qué si todos son igualmente puercos?, mejor no votamos y los políticos se van a poner a temblar por nuestro valiente abstencionismo").
No me queda más que decir:
MÉXICO, CREO EN TÍ.
3.
Ultima vez que se toca este tema en mi Club Privado de los Dandys del Infierno.

7 comentarios:

Dulza dijo...

Yo intento entrar a la página del IFE y nadamás no puedo...Me quedé en la diferencia del 1%...
En fin...Buena semana, respetable Dandy.

Javier Armas dijo...

El tema de la estupidez da para comentarlo y combatirlo. Últimamente he estado pensando mucho en ello y creo que con mi desgano silencioso he contribuido a que el 'Amigos y amigas' se reproduzca seis años más.

Respeto mucho la trinchera o trono que has asumido. Desde la risa cómplice, arrancada con o sin lágrimas, es posible generar otros efectos genuinamente más interesantes. ¿No dicen que 'el que se ríe se lleva'?

Mis felicitaciones por tu blog, tu cinismo y la macabrísima encuesta de los Beatles.

Guillermo Vega Zaragoza dijo...

Eso, mi querido Dandy:

Tanta suciedad de la política no es digna de su polucionada alma, porque una cosa es tener sucia el alma de tanto exceso y perversión, y muy otra las chingaderas de los políticos.

Si yo pudiera, también me exiliaba, pero de esta realidad.

Abrazos y brindis (que todavía me debes, cabroncito, eh?)

Anónimo dijo...

Compañero:
Usted sabe que lo estimo, lo admiro y lo respeto, pero todo ello no significa que siempre esté de acuerdo con usted. Está vez no lo estoy y, si me lo permite, por el respeto que le tengo quiero explicarle los detalles del porqué no lo estoy. (Estrictamente, no es cierto que no esté de acuerdo con usted, sino que tengo opiniones, enfoques y argumentos diferentes).
En primer lugar, la situación política del país no da para creer o no creer en un fraude cibernético (claro que usted tiene todo el derecho de hacerlo). Lo que ha habido es un proceso electoral viciado (ojo: dije “proceso electoral viciado”, que no fraude y no sólo un PREP amañado). Las pruebas de ese “proceso electoral viciado” son públicas: tal vez no le haya gustado, pero desde la semana pasada me he permitido enviarle a usted, y a otros contactos, diversos links, análisis y demás información que, en estricto, si no dan para documentar un “fraude”, por lo menos sí alcanzan para generar la desconfianza de que la voluntad popular no fue totalmente respetada. Y digo “totalmente” porque en eso sí estoy de acuerdo con usted: una parte importante de nuestra sociedad, de nuestro pueblo, es conservadora. Me puede doler en mis anhelos de justicia y todo eso, pero es cierto: una gran parte de esa sociedad (que no son filopanistas) se tragó esa campaña del miedo orquestada por tantos frentes. Dolorosamente, en el espacio electoral estamos muy lejos de la valentía de los pueblos de Bolivia, Brasil, Chile, Uruguay y Venezuela.
Pero no todos: y ahí es donde estriba el necesario posicionamiento que demanda la situación política actual (“el peor lugar de los infiernos está reservado para todos aquellos que se muestran neutrales en época de crisis”, escribió Dante Alighieri). Hubo muchas personas que se atrevieron, por lo menos en el espacio electoral, a buscar un cambio. Y no fueron pocos: si nos atenemos a los datos “oficiales”, fueron más de 14 millones (un 35% de los que votaron). Es a ellos, es por ellos, que me parece injusto un “no creo en el fraude cibernético, es sólo que la mayoría sí votó por el PAN por ser conservadores” ¿y las constantes evidencias de vicios?, ¿y las luchas históricas en este país de quienes creyeron que valía la pena arriesgarse porque el voto se respetara? ¿Dónde queda todo ello?
Usted sabe que no soy Lopezobradorista y menos perredista. En todo caso, si quiere ponerme un “ista”, soy Zapatista sí, pero también crítico. Por eso, me duele que usted se haya creído eso de que “Marcos y los zapatistas le hicieron el juego a la derecha por promover el abstencionismo”. No quiero referirme a antecedentes académicos o analíticos para ser arrogante, pero usted sabe que en los últimos años me he dedicado a conocer a los rebeldes del sureste mexicano. Le puedo decir –y si le interesa lo podemos discutir- que ni Marcos ni los zapatistas promovieron el abstencionismo: lo único que hicieron fue decir que no querían que la lógica de su “otra campaña” –esa que ha recorrido el país para enlazarse con otras luchas contra el neoliberalismo- se enlazará a la lógica electoral. Es decir, han sido congruentes con sus posiciones adoptadas desde 1994: no a la toma del poder del Estado ni al juego electoral en sus estrategias. No compañero, ni por Marcos ni por los Zapatistas es que, hasta ahora, AMLO perdió y FECAL ganó en las elecciones presidenciales; ellos, y créame porque lo he visto personalmente, están dedicados a reconstruir sus condiciones de vida de forma autónoma: ahí están sus Juntas de Buen Gobierno como muestra de su valía y ejemplo de alternativa.
Con todo lo anterior, no he querido importunarlo ni a usted, ni a su “Club Privado de los Dandys del Infierno”. Sólo he querido compartirle las sensaciones que me ha dejado su reciente escrito. Al final, usted podrá continuar con su posicionamiento, podrá mentarme la madre o hasta podrá decirme que son las típicas reacciones de un hombre a punto de ser padre y desempleado. Es su espacio y usted advirtió claramente que esa era la última vez que se tocaba ese tema en su Club.
En todo caso, reciba un afectuoso abrazo y por favor vaya haciendo un huequito en su agenda, que quiero despedirme de usted antes de irme para Finlandia.

Manuel Martínez

Rogelio Flores dijo...

Compañero:
Querido Manuel. La estima, la admiración y el respeto son mutuos, aunque siendo honesto, creo que yo te debo más respeto y admiración a ti, que tú a mí. Aun me rompe el corazón pensar en que nuestro Perro Enloquecido no cuajó, pero espero que el tiempo nos vuelva a poner a trabajar hombro con hombro y volvamos a tener un proyecto de ese calibre (ahora mismo sería indispensable, lo digo sin falsa modestia).
Antes que nada debo confesar que este post lo escribí desde la rabia, pero como una forma de respeto al blog y los pocos (pero muy queridos) lectores decidí no editarlo ni cambiarle nada después, también como una forma de hacerme responsable de mis dichos. Ahora bien, si ves la fecha, fue escrito sin mucha de la información que ahora conocemos. Es decir, ahora tendría más elementos para hacer un mejor análisis. Y estoy totalmente de acuerdo, más que un fraude electoral orquestado el 2 de julio, todo comienza desde mucho tiempo antes, tal como lo dices, con un proceso viciado. Un proceso altamente inmoral y tramposo.
Y por supuesto que he leído lo que me has enviado, como he leído otros textos. A pesar de todo, no puedo evitarlo, he intentado ser apolítico y no lo he conseguido.
Lo que originó mi cólera (tipo Antiguo Testamento) es la actitud de gran parte del electorado. Tú me conoces y sabes que soy tan cínico como pesimista. A mi no me extraña ni me sorprende (aunque si me indigna) que la clase política y la derecha de este país se conduzcan de tal modo. Finalmente, y sin ánimo de ponernos marxistas, están obedeciendo a sus intereses de clase (sin mucha clase que digamos, por cierto). Pero que la gente que ha sido sometida por esta cultura del autoritarismo, el desprecio y el abuso, se deje sorprender o seducir por su campaña siniestra y perversa, eso si me enojó muchísimo, y más que nada, me entristeció. Por ahí caminaba mi idea de que los pueblos tienen el gobierno que se merecen (ya te contaré de algunos episodios realmente patéticos que me tocó atestiguar).
Tienes razón en mi juicio parcial sobre la otra cara de la moneda, los que se manifestaron (se manifiestan) en contra. Ellos merecen todo mi respeto, y si tuviese que elegir un bando sería ese. Y yo tampoco soy Lopezobradorista, ni perredista. Incluso lo dije muchas veces, “votaré por el Peje, pero nunca seré complaciente”.
Y tampoco soy zapatista, lo sabes, pero en general respeto a quienes se han asumido de esa forma (comenzando por usted, compañero). Y si bien no creo que le hayan hecho el caldo gordo a la derecha desde la complicidad, creo que si influyó en que mucha gente no votara por el Mesías (ahora venido a menos) de Macuspana. Y vamos, reitero que no soy fanático de López Obrador, pero creo que aun con todo lo que se le pueda achacar, era el mejor hombre, incluso para negociar otras demandas, como las que abandera el zapatismo. Quizá el error de todos fue creer que la elección estaba ganada de antemano. Ya el tiempo pondrá las cosas en su lugar, creo que quines nos inclinábamos por ese cambio nos confiamos, López Obrador incluido.
Con el cretino que se ha erigido en triunfador no se podrá negociar nada, a no ser que se negocie desde las cloacas de la pérdida de principios y la venta de conciencias al mejor (peor) postor.
Y vamos, no desacredito las irregularidades documentadas, pero creo que si López Obrador hubiese arrasado la izquierda estaría en mejores condiciones de defender sus votos. Lo terrible del asunto es que este hombrecillo siniestro no está solo y que la derecha (a diferencia de la izquierda) parece tener una muy eficiente organización. Esa gente es capaz de cometer las peores atrocidades (ya lo hemos visto) y volviendo a la sabiduría de los dichos “tanto peca el que mata a la vaca como el que le sostiene la pata”. ¿Qué mucha gente voto en ese sentido por el miedo? Lo acepto y entiendo las razones de ello, pero creo que al que vota por miedo, solo se le puede llamar de un modo: cobarde.
Por supuesto que no me has importunado, y este club privado (qué en el fondo es un pálido remedo de Perro Enloquecido) tiene abiertas las puertas para ti y tus textos.
Y si algún día te miento la madre será por otras razones, irte a Finlandia sin despedirte de mi con unos tragos de por medio, por ejemplo.

Un abrazo, Rogelio

Rogelio Flores dijo...

Mestro Vega

Me urge emborracharme con su distinguida persona, vamos poniéndole fecha al asunto. Auqneu se que está muy ocupado tratando de hacer algo por este páis.

Rog.

Anónimo dijo...

Compañero:
Como siempre, intercambiar puntos de vista con usted es uno de esos placeres que redimen. No tengo nada más qué decir, sólo que no hay que olvidar unos buenos tragos para la despedida y para conocer esos episodios patéticos que le tocó atestiguar.
Un abrazo fortísimo.
Manuel