Casa de citas 1

Algunas citas del maestro

Lo peor de levantarse antes del medio día, es ver en las noticias matutinas, el desfile de vulgaridades, aberraciones, groserías, absurdos y todo tipo de estupideces que los políticos cometen por acción y por omisión. Los noticieros matutinos, por lo menos en mi caso, se han convertido en el insumo de un enfermizo placer por estar medianamente informado ¿Para qué? Sabrá Dios, el caso es que no puedo evitar el verlos. Muchos me dirán que la información de los medios escritos es más profunda que la ventilada en la televisión. Estoy de acuerdo con ello, pero por muy profunda que sea la información escrita, por muy exhaustivo que sea un análisis, las imágenes televisivas nos permiten ver sus rostros (de los políticos) al momento en que mienten. Ahí estriba mi morbo, en ver sus rostros sonrientes al momento de mentir, engañar –o pretender hacerlo-, de exhibir su falta de buen gusto y su rampante ignorancia; su ambición y sus ínfulas de próceres de quinta, su mezquindad, su mediocridad. Los periódicos hace tiempo dejé de leerlos y cuando lo hago, comienzo de atrás para adelante, dándole más énfasis a las noticias de poco interés periodístico (es decir, aquellas fuera de la agenda propuesta por los medios). Así fue como di con una nota donde se contaba del primer transplante –exitoso- de lengua en el mundo, que no le vendría nada mal a las hienas de la clase política. Aunque quizá una lobotomía sería mejor.
Si usted, querido lector, padece el mismo mal que el encargado de este centro de insana diversión y esparcimiento, le aconsejo tomar en cuenta un puñado de frases del líder moral (si es que así pudiéramos llamarle) del Club Privado de los Dandys del Infierno. Me refiero por supuesto, al queridísimo Oscar Wilde, quien nos dice que:

• El cinismo consiste en ver las cosas como realmente son, y no como se quiere que sean. Tomando en cuenta esta definición de cinismo, creo que los medio utilizan mal el termino al referirse por lo dicho por los políticos. En todo caso deberían de llamarlos mentirosos, y más que nada, hipócritas.
• Cuanto más conservadoras son las ideas, más revolucionarios son los discursos. De nuevo, la mentira y el golpe de pecho para ganar adeptos, la moralina, las buenas intenciones que como todos sabemos, forman el empedrado del camino a los infiernos (y no de los infiernos decadentes y divertidos, como este humilde changarro).
• El valor de una idea no tiene nada que ver con la sinceridad del hombre que la expresa. Ahora bien, no basta no ser corrupto, tampoco se les debería permitir la ineptitud, quien no peca de lo uno, suele pecar de lo otro. Algunos incluso padecen ambos males.
  

Y finalmente:

• Sólo podemos dar una opinión imparcial sobre las cosas que no nos interesan, por eso mismo las opiniones imparciales carecen de valor. Por ello, como consumidores de noticias no deberíamos aspirar a la objetividad. En primer lugar, los medios no son objetivos, aunque afirmen lo contrario. En segunda, me gustaría ver en los lectores de noticias y los conductores de los noticieros, un lenguaje más directo y efectivo. Como cínico que soy, me siento profundamente ofendido cuando le llaman cínico a Roberto Madrazo, y a otros personajes de tan baja ralea, cuando lo que deberían llamarles corruptos, tramposos y rateros (la palabra ladrón es muy elegante para su proceder), entre otros epítetos. Y eso, solo por poner un ejemplo, porque no vale la pena ensuciar los pulcros pisos de este club, con los nombres de personajes, tan triste e injustamente celebres.