miércoles, enero 4

Triste pero cierto

Este cabrón no terminó ni la primaria, le da en la madre a los boleros, los tangos y las rancheras, y sale de mesero en un anuncio de chocolates; se rodea únicamente por juniors, guardaespaldas y paparazos; carece de sentido del humor, se ha negado a reconocer a su hija y disimula su incipiente calvicie con un peinado feo y pasado de moda. Por si eso fuera poco, tiene demandas de plagio, se pirateó la portada de Thriller y se asume como el Julio Iglesias del siglo XXI (por sus aspiraciones los conocereis). Aún así, infinidad de gente (millones de mexicanos SI pueden estar equivocados) lo considera un ídolo, incluso le llaman “el Sol”. Por eso estamos como estamos: jodidos.

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