He aquí al héroe de este infame blog, el Dandy Serie B, acompañado del aún más perverso y retorcido Mister Hyde, su gemelo maldito (nótese la aristocrática mirada de cabroncito encantador hacia la fémina que tomara la foto, en días más felices). No están ustedes para saberlo, pero este pobre infeliz lleva alrededor de tres semanas absteniéndose de consumir bebidas punzocortantes, y no solo eso, también cumple el mismo tiempo alimentando su cuerpo (puerco) con una dieta a base de frutas, tal como un vil macaco que no ha descendido de los árboles.
Si usted, carísmo lector, ha sentido una creciente molestia en el dedo gordo de cualquiera de sus pies; molestia que se acrecienta poco a poco, hasta convertirse en un dolor de su puta madre, que se origina en el dedo gordo para invadir lenta y cruelmente, en círculos (dantescos), la más inferior de sus extremidades, posiblemente padezca de un severo problema de ácido úrico que eventualmente desembocará en la llamada enfermedad de reyes: la gota.
Así pues, el Dandy Serie B se ha visto obligado por las circunstancias a alejarse de la vida disipada y los excesos propios del decadentismo. Conducta que en nada agrada al diabólico Mister Hyde que reclama su cuota de alcohol y demás toxinas en la sangre (azul) que se arrastra moribunda dentro de sus venas.
¿Quién de ellos dirá la última palabra en este duelo de voluntades? ¿Podrá más la cobardía del asustado Dandy Serie B, a quien le han advertido cuidarse del colesterol, la diabetes y la hipertensión? ¿O bien, el señor Hyde ganará este duelo con sus constantes desafíos y seducciones a la débil personalidad del achacoso cuerpo donde habita, encerrado tal como el genio de la lámpara mágica?
No se pierdan el desenlace de esta justa infernal en este humilde blog.
Hasta ahora el marcador aventaja al Dandy Serie B, quien ha bajado 3.5 kilogramos de peso (de un excedente de 15 (lo que no quiere decir que haya dejado de ser insoportable).
Besos y mordidas, Mister Hyde.
Si usted, carísmo lector, ha sentido una creciente molestia en el dedo gordo de cualquiera de sus pies; molestia que se acrecienta poco a poco, hasta convertirse en un dolor de su puta madre, que se origina en el dedo gordo para invadir lenta y cruelmente, en círculos (dantescos), la más inferior de sus extremidades, posiblemente padezca de un severo problema de ácido úrico que eventualmente desembocará en la llamada enfermedad de reyes: la gota.
Así pues, el Dandy Serie B se ha visto obligado por las circunstancias a alejarse de la vida disipada y los excesos propios del decadentismo. Conducta que en nada agrada al diabólico Mister Hyde que reclama su cuota de alcohol y demás toxinas en la sangre (azul) que se arrastra moribunda dentro de sus venas.
¿Quién de ellos dirá la última palabra en este duelo de voluntades? ¿Podrá más la cobardía del asustado Dandy Serie B, a quien le han advertido cuidarse del colesterol, la diabetes y la hipertensión? ¿O bien, el señor Hyde ganará este duelo con sus constantes desafíos y seducciones a la débil personalidad del achacoso cuerpo donde habita, encerrado tal como el genio de la lámpara mágica?
No se pierdan el desenlace de esta justa infernal en este humilde blog.
Hasta ahora el marcador aventaja al Dandy Serie B, quien ha bajado 3.5 kilogramos de peso (de un excedente de 15 (lo que no quiere decir que haya dejado de ser insoportable).
Besos y mordidas, Mister Hyde.
3 comentarios:
Espero que esté bien de su salud, querido compañero.
Le mando un fuerte abrazo.
M A N U E L
Estimado Dandy Serie B:
Por medio del presente le agradezco el recuerdo de nuestra mortalidad que su relato a provocado en este humilde lector de sus crónicas y achaques. El envase se va deteriorando. Pues ni modo, supongo que ha de ser el precio de la vida licensiosa y disipada que no sin esfuerzos, algunos espíritus tienen que llevar como el más caro de sus deberes.
Por otro lado, la fotografía en cuestión, oh Dandy serie B -espero no me tomes a mal tutearte ya en estos momentos- siempre me ha parecido un logro. Felicitaré hasta el hartazgo, si es ello posible, al modelo y la fotógrafa. Infernal mancuerna que han podido preservarse en este artilugio endemoniado que osa llevar el nombre de fotografía.
Seguiré leyendo tu columna, aunque no en este momento pues ya es hora de mi medicina para las riumas.
Compañero Manuel, mi salud va mejorando, espero que pronto podamos brindar y me de las impresiones de mi Princesa. Y Felicidades por sus Chivas.
Dandychica, ya verás en un futuro que la decadencia es un privilegio d elos aristócratas.
Javier, Gracias por los comentarios, cuídese esas reumas y haga condición para los vinos que nos debemos.
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