lunes, abril 24

Advertencia

Mi novia de entonces, como buena universitaria progre, políticamente correcta y de izquierda, era una mujer terriblemente chantajista y manipuladora. No pocas veces me hacía sentir mal cuando yo externaba alguna idea mordaz, o un comentario salpicado de cinísmo. No pocas veces me miraba con gesto de desaprobación cuando yo añoraba mis años en el underground cecehachero, para ella el slam, la mota y el rock en inglés eran sinónimo de decadencia y estupidez. Gustaba del rock en español en su vertiente culebra –por los discos- y de la trova. Sin embargo era capaz de escuchar a Luis Miguel y los éxitos de 97.7 en aras de la pluralidad y la tolerancia, y yo, para no ser un macho o un prejuicioso, había de fumarme tales chingaderas. Por eso aquella tarde, cuando sentados en el cine se apagaron las luces y en la pantalla aparecieron unos tipos corriendo al ritmo de Lust for life -del gran Iggy Pop- yo quise correr también, mandar a la chingada todo y meterme en la pantalla para escapar con ellos. ¿De qué? De mi realidad deprimente y ascéptica, de ese marasmo de hueva que serían los años en la facultad, de la farsa perpetua de la intelectualidad de banqueta. Lo cierto es que yo no sabía de que o de quienes escapaban ellos, ni quienes eran tampoco. Pero en seguida se aclaraba todo, al parecer eran punks, robaban libros, y sus nombres eran Renton y Spud.
Y, como pude ver más adelante, gustaban de la cerveza, la pornografía, las drogas, el futbol y los madrazos.
Y de Iggy Pop.
Y de Bowie.
Y de Lou Reed y de Pulp, y de los superchingones de New Order. Y por supuesto, de James Bond.
Aquella tarde di mi primer paseo por el universo de Irvine Welsh.
Here comes Johnny Yen again
With the liquor and drugs
And the flesh machine
He’s gonna do another strip tease.
Hey man, where’d ya get that lotion?
I’ve been hurting since I’ve bought the gimmick
About something called love
Yeah, something called love.
Well, that’s like hypnotizing chickens.
Sirva este pequeño párrafo para anunciarles a todos mis amigos y conocidos, el tema de mi próxima entrada. Ahora si, a todos los pinches huevones, a quienes les recomendé inútilmente que leyeran Trainspotting y Porno y me tiraron de loco, ya contestándome “pero ya vi la película”, o peor aún “es que las traducciones de España son horribles” (como si ellos leyeran en inglés y tradujeran a toda madre), a todos ustedes les anuncio que en breve haré una reseña de estos libros y no tendré ningún empacho en contar el final. Pero eso será hasta que tenga tiempo, así que dénse una vueltecita el viernes o el sábado.

2 comentarios:

mentally insane dijo...

paso a saludar, antes de enfilarme hacia mi rutina de cada dia... aveces a mi tambien me dan ganas de echarme a correr con ellos, escuchando a iggy...

esta es de las peliculas que podria ver una y otra y otra y otra vez... aunque debo admitir que el libro no lo he leido....por eso espero ansiosa las reseñas y ese cuentecito de kurt que me debes por ahi...

te mando saludos y abrazos afectuosos...!

Rogelio Flores dijo...

la adaptación al cine de Trainspotting no podría ser mejor, pero era imposible contar todo lo que cuanta el libro. Ya verás, trataré de pulirme con sus reseñas. Y por supuesto que te debo ese cuentacho, así como un regalito de cumpleaños. Un abrazo popero (pero por Iggy Pop, no por 97.7).