miércoles, septiembre 10

Con afecto, José José

1

No me gusta pensar que el rock tenga la misión de cambiar al mundo, ni de hacerlo un lugar mejor. Desde mi punto de vista, el rock no tiene misión ni obligación de nada: nació como una forma de rebeldía, pero principalmente como una celebración al desmadre y el exceso, y por eso ha sobrevivido (y sobrevivirá).

2

“De las entrañas mismas de la selva de concreto, surge un grito violento, que invita al exceso, y al reventón: saca”. Saca, de Botellita de Jerez.

3

Me gusta ver el documental donde un reportero quiere cuestionar la cultura básica de los Beatles y Ringo responde (¿o era Jonh?): “me encanta Beethoven, particularmente sus poemas”. Amo que el rock sea irreverente y excesivo, más aún por que la segunda mitad del siglo XX –su reino- se caracterizó por la intención de los grupos de poder (los políticos, los dueños del mundo) por hacer del ser humano un animal amaestrado, al punto de que la libre experiencia de sentir felicidad, amor u odio, en el momento que uno lo decidiera, fuera (es) considerada una actividad sediciosa, peligrosa y maligna. Supe hace poco tiempo de un joven que fue sometido por la seguridad del aeropuerto de Londres por ir tarareando una canción en la fila de la sala de abordar, que, para los estúpidos oídos de los polis en cuestión, contenía mensajes terroristas. ¿La canción? London calling, de The Clash. Lo peor, aquello no fue siquiera una provocación, el tipo iba escuchando la canción en sus audífonos.

4

Acabo de leer en el blog de mi bróder y maestro Memo Vega, que Borges era fan de Pink Floyd y los Stones.

5

Cuenta la leyenda que en la peor decadencia de Bela Lugosi, al actor transilvano (porque nació en Transilvania, por cierto) se vio en la necesidad de vender sus pertenencias vampíricas en subastas. Así pues, vio con nostalgia como sus trajes, sus capas y sus medallones no despertaban interés alguno. Para su sorpresa, las ventas un día comenzaron a superar sus expectativas y con ello se embolsó algunos miles de dolarucos, gracias a la voracidad de un comprador anónimo. Se dice que el comprador anónimo no era otro que Elvis Presley, quien en su castillo de Graceland ensayaba ataviado de vampiro, tal como uno de sus héroes (Bela Lugosi, el otro era Shazam), tomando en ese momento, un gusto particular por las capas, que refinaría con el tiempo.

Eso es death rock (y no mamadas).

6

Una frase que me encanta de Peter Murphy, a quien en alguna ocasión que se le cuestionó sobre el equipo de luces de las presentaciones de Bauhaus, que únicamente tenía reflectores de luz blanca: “las luces de colores son para los arbolitos de navidad”.

7

Se dice que Janis Joplin gustaba de llevarse a la cama a vagabundos o borrachos que encontraba en las calles. Uno de ellos fue Leonard Cohen.

8

Bono, de U2 dice "El gospel es la música para acercarse a Dios, mientras que el blues es la música para alejarse –y renegar- de Dios. El rock es la combinación entre ambos".

9

En la fiebre del rock en español de los ochenta, los Toreros Muertos fueron invitados al programa “Hoy mismo”. Al momento de su presentación, Pablo Carbonell, el vocalista, dejó el micrófono, se dio la vuelta y caminó hasta salir de pantalla, no sin antes decir “esto es una mierda”, mientras el playback de Yo no me llamo Javier sonaba alegre.

10

Como el Príncipe de la canción tenía prohibido el alcohol, su manager y su esposa (y su staff también) montaban guardia en la puerta del camerino, así que nadie podía pasar –ni meter botella alguna- cuando él estaba solo, preparándose para salir al escenario. Sin embargo salía ya entonado y los guardianes no sabían porqué, máxime cuando lo único que pasaba por esa puerta eran los arreglos florales que mandaban los admiradores. Lo que ignoraban es que algunos de ellos guardaban en sus entrañas botellas de güisqui y que en la tarjeta de presentación decía una elegante firma, “con afecto, José José”.

Helo aquí:


1 comentario:

Unknown dijo...

soberbio post!

de verdad borges era fan de los stones??




fue delicioso pasar unas horas leyendo tu blog, Rogelio.


Larga vida al rock!!!