domingo, noviembre 9

Blog nuevo, el cinito del dandy

Es muy difícil hacer una lista de las mejores películas de la historia. A veces pienso que es ocioso, pero que también es muy divertido. En general pienso que es muy divertido, y que es uno de los temas por los que vale la pena discutir. En mi caso, siempre cambio de opiniones, y a veces me inclino por el cine clásico, a veces por el cine de culto, a veces por el de serie b, a veces por lo poético. En fin, creo que puedo resumir mi amor al cine con esa palabra, amor. Amor y placer. Desde hace años he considerado al cine como a la comida, como algo necesario para vivir, pero también placentero, que debe ser hecho con maestría, pero también con amor y sazón. En materia de comida hay veces que se antoja una pasta mediterránea, hay veces que se antoja un filete de salmón, y hay veces que se antojan unos tacos de suadero, o una hamburguesa de Burger King (nunca de MC Donald’s). Con el cine me pasa lo mismo. Y por eso creo que es sano ser voluble en materia de consentidas. Lo que sí, es que en mi podium del primer lugar no ha habido cambios desde hace más de diez años. El número uno siempre lo ocupan dos filmes. Que por distintas razones me parecen lo más chingón que he visto en lenguaje y discurso cinematográfico: 8 ½ y Blade Runner.

Pensando en todo lo anterior desde hace tiempo quería trabajar en un proyecto de cine. Un proyecto de escribir de cine en internet, por supuesto. Sin embargo mientras más leía cosas de cine en internet llegué a una conclusión. Lo que se escribe de cine en internet ha generado muchos vicios, principalmente tres.

Uno de ellos, la sobreintelectualización. Siento que se escribe muchísimo sobre las películas. Y no por que se escriban muchos textos, sino porque se escriben miles de caracteres para referirse a las películas, generalmente de manera acartonada y solemne. O bien, el segundo de los vicios de estos textos que yo encuentro, (que se ubica justo en el extremo del anterior), es que se escribe muy poco, o mejor dicho, pobremente. He encontrado sitios web donde se cita textualmente (pero sin crédito), lo referido en los boletines de prensa de las casas distribuidoras, que dicho sea de paso, son textos muy escuetos, banales y superficilaes. Los extremos se juntan, ambos casos, la sobreintelectuilización y la pereza mental me parecen vacunas contra la cinefilia (ojo, ME PARECEN A MI, habrá a quien le gusten).

Y para rematar, encuentro un tercer vicio, en menor medida, pero igualmente pobre. La mera referencia a los estrenos, lo que está por venir y el retro en boga (hay mucho cine “retro”, no todo está de moda).

Pues bien, no quise que mi proyecto tuviera este tipo de vicios (ojalá lo consiga) y pensando en ello y en mis cintas predilectas me atreví a subir mi blog de cine. Sin dejar de advertir que los blogs también han generado sus vicios, el mñas evidente, el egocentrismo.

Y bueno, no hay que ir muy lejos para advertirlo, este blog, el Hotel Savoy es prueba de ello. Por eso tomé la decisión de ya no hablar de cine en este espacio, ya que comienzo hablando de una película y termino hablando de mi mismo.

Así pues en mi blog de cine trataré de no repetir ninguno de estos vicios, por ello me prohíbo lo siguiente:

  1. Prohibido sobreintelectualizar, tirar netas y hacer sentencias arrogantes.
  2. Prohibido copiar boletines de prensa o copiar textos de otros blogs o escribir cosas intrascendentes. Para hacer eso, mejor no escribir nada.
  3. Prohibido escribir de estrenos, de tendencias que estén de moda y de filmes que no me gusten muchísimo, por los cuales, no sienta un amor o un placer irrefrenables. Y,
  4. Prohibido convertir ese espacio en un vehículo de mi egocentrismo (que para eso tengo éste).

Así pues, me permito presentar este blog, que en homenaje a 8 ½ su URL es:

http://asanisamasa.blogspot.com

… mientras que su nombre, hasta ahora, es ILUSIONES (ÓPTICAS). Ambos nombres viene a colación por la mencionada película del maestro Fellini, donde hay una escena increíblemente chingona sobre un acto de magia de un mentalista, que adivina lo que las personas del público están pensando. El personaje de Guido Anselmi (el gran y bello Marcelo) piensa en una palabra mágica de su infancia, que es precisamente “asanisamasa”, palabra mágica que supuestamente le da vida a las imágenes inanimadas.

La idea de este blog será presentar pequeños textos, referidos a escenas muy concretas de películas que considero entre mis favoritas. Esto con la idea (muy personal) de que el cine termina de construirse en nuestras mentes, y que una sola escena es muy elocuente al total de la obra, que es algo así como una sinécdoque (figura retórica que describe el todo con una de sus partes).

Bueno, como presentación creo que lo escrito en este post es suficiente, ojalá se den una vuelta por ahí. Les quiere, su Dandy Licantrópico.

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