jueves, noviembre 3

Quiero ser mamá



El domingo a medio día, mi sobrino, el Conejo, y yo nos subimos en Barrabas –mi auto- y tomamos rumbo a la Colonia San Rafael. El circuito interior iba vacío, así que pude pisar un poco el acelerador. El momento estaba de huevos, no hacía mucho calor, pero había buena luz, el cielo limpio y la ciudad sin transito. Además, recién estrené estero en el coche y se me ocurrió presentarle a A flock of seagulls, aquella estupenda banda de new wave de los ochenta. Conejo, te voy a poner un disco de un grupo que tu mamá y yo escuchábamos cuando éramos niños, le dije.
Comenzó el disco y el Conejo me preguntaba ¿Cómo le hacen para tocar así? Prueba irrefutable que había despertado su curiosidad. Me dijo también, que parecía que estaban tocando en una nave espacial. Las que más le gustaron fueron las de I ran y Telecomunication. Esta última la tocamos unas cinco veces seguidas.
De repente, al detenernos en alguna luz roja de Insurgentes, un fulano que escuchaba gruperas nos miró como si fuésemos leprosos y subió el volumen de su coche (tambiénme miró como si hubiera secuestrado al niño). Al cambiar el semáforo a verde se fue con su escándalo, no sin antes intentar retarme -pobre diablo- a un arrancón. Invitación que yo desprecié por supuesto. Después escuchamos a Human League y a Gorillaz –su grupo favorito- y llegado el momento me pregunto por el grupo que toca en el anuncio de Doritos. Se llama Fobia, le dije, y me pidió que le prestara algún disco de ellos.
Esto viene a colación porque ayer vio un disco de “lo mejor” de Fobia, y considerando la basura a la que están expuestos los niños de ahora, desde hace tiempo me he dado a la tarea de mostrarle otra música. Afortunadamente el Conejo tiene buen oído y ya comienza a hacerse fan de The Doors y The Cure, supongo que pasará lo mismo con los Seagulls, y con Fobia ahora que le lleve su disco (sólo lamento que en tal acoplado no venga “Los muñecos”, una de sus mejores y más perversas canciones).

De la época en que Olvido (Alaska) y el encargado de este changarro, mantuvieron un romance más que apasionado. EL collar de Batman aun lo conservo, así como un mechón de cabello rojo que me regalara con una carta. Por esos días maja! (Archivo personal)


Pero un buen mal tío no puede hacer distinciones entre sus sobrinos, así que compré también un disco para Fer, su hermana menor. Fer ha dado muestras de que en algunos años será una chica darkie. Siempre ha tenido un sentido del humor muy enfermizo para su tierna edad, y ama a todo tipo de monstruos, entre los que me cuento. Para ella compré una colección de Alaska y Dinarama, que por cien pesos, incluía tres placas: Deseo carnal, No es pecado y Fan Fatal, en este último viene “Mi novio es un zombie”, que ya alguna vez había bailado en mi casa.
Ya con los dos regalos bajo el brazo, yo no me podía quedar como perro de carnicería, así que me hice de una grabación en vivo de la banda de culto mexicana “La suciedad de las sirvientas puercas”. Ahí viene una canción muy divertida, cuya letra fue perpetrada por Pedro Almodóvar y data de sus épocas más jotas y punks, “Quiero ser mamá”. Algún día tendré una banda y tocaré esa rola, o de menos la llevaré a un baby shower.

"VOY A SER MAMÁ"
Almodóvar&McNamara

Si.
Voy a ser mamá, voy a tener un bebé
para jugar con él, para explotarlo bien.

Voy a ser mamá, voy a tener un bebé
lo vestiré de mujer, lo incrustaré en la pared.

Le llamaré Lucifer
Le enseñaré a levitar,
le enseñaré a vivir de la prostitución,
le enseñaré a matar.
Si.
Voy a ser mamá.

Si.
Voy a ser mamá.
No quiero abortar,
rechazo la espiral,
tiene derecho a vivir.

Le llamaré Lucifer
Le enseñaré a levitar,
le enseñaré a vivir de la prostitución,
le enseñaré a matar.
Si.
Voy a ser mamá.

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